¿Qué es un employee journey map?

¿Quieres saber más acerca del employee journey map?

Entonces has llegado al sitio correcto, en este artículo, desde Likeik, queremos profundizar en el employee journey map. Haciendo un recorrido por su significado, etapas, sus ventajas, así como algunos errores comunes en los que podemos caer al tenerlo en cuenta.

De esta manera, podemos definir el Employee Journey Map (o Mapa del Viaje del Empleado) como una herramienta visual que representa todas las etapas, experiencias, interacciones y emociones que vive un empleado a lo largo de su ciclo de vida dentro de una empresa.

Hablamos del proceso que recurre incluso ya desde antes de ser contratado, y que se alarga hasta su salida o retiro. En definitiva, sirve para entender y mejorar la experiencia del empleado (Employee Experience), identificar puntos de dolor, oportunidades de mejora, y diseñar estrategias más humanas y efectivas de gestión del talento.

Etapas comunes del Employee Journey map

Ahora bien, para realizar un Employee Journey map debemos de seguir una serie de etapas que conseguirá los mejores resultados:

Atracción

  1. ¿Cómo se entera del trabajo?
  2. ¿Qué percepción tiene de la empresa antes de aplicar?

Reclutamiento y selección

  1. Proceso de aplicación y entrevistas
  2. Comunicación con RRHH

Onboarding (integración)

  1. Primeros días/semanas
  2. Capacitación y adaptación al equipo

Desarrollo y crecimiento

  1. Oportunidades de formación
  2. Evaluación del desempeño
  3. Planes de carrera

Retención y compromiso

  1. Clima laboral
  2. Reconocimiento y motivación

Salida (offboarding)

  1. Proceso de desvinculación
  2. Feedback de salida
  3. Posibilidad de retorno (boomerang employees)

¿Por qué es útil un Mapa del viaje del empleado? 

Entre las principales ventajas del Employee journey map, destacamos:

1. Mejorar la experiencia del empleado

Al mapear todo el recorrido del empleado, las organizaciones pueden ver dónde se generan frustraciones o emociones positivas. Esto permite diseñar experiencias más humanas, motivadoras y coherentes desde el primer contacto hasta la salida. Por ejemplo, si muchos empleados se sienten desorientados durante el onboarding, puedes rediseñar esa etapa para que sea más clara, acogedora y útil.

2. Detectar puntos de fricción y oportunidades

El mapa muestra momentos donde la experiencia puede romperse: burocracia excesiva, falta de feedback, mala comunicación, etc. Al identificarlos, puedes crear soluciones puntuales que tengan un gran impacto. Por lo tanto,  aumenta la retención del talento y reduce la rotación.

 3. Diseñar estrategias de talento más efectivas

Permite al área de RRHH y a los líderes diseñar políticas y programas más enfocados. En lugar de asumir qué necesita un empleado, se basa en su experiencia real. Hablamos desde programas de capacitación, hasta cambios en la cultura interna o mejoras en beneficios.

 4. Mejorar la productividad y el compromiso

Cuando los empleados se sienten escuchados, apoyados y valorados en cada etapa, su nivel de compromiso sube. Esto se traduce en más innovación, mejor trabajo en equipo y mayor productividad. Un empleado que tiene una buena experiencia, se convierte en embajador de la empresa.

5. Alinear la cultura con la experiencia

Muchas empresas dicen tener ciertos valores, pero el mapa puede mostrar si esos valores realmente se viven día a día. Ayuda a cerrar la brecha entre la cultura declarada y la cultura vivida.

 6. Fortalecer la marca empleadora

Una experiencia positiva genera recomendaciones boca a boca y más facilidad para atraer talento de calidad.

En definitiva, el Employee Journey Map sirve para ver la empresa desde los ojos del empleado, y usar esa visión para tomar decisiones más empáticas, estratégicas y sostenibles.

Principales errores al mapear a los empleados 

Muchos equipos cometen errores comunes al crear o implementar un Employee Journey Map, lo cual puede limitar su utilidad o incluso generar conclusiones equivocadas. Vamos a profundizar un poco en  los errores más repetidos:

1. No incluir la voz real del empleado

Hacer el mapa desde la perspectiva del equipo de RRHH o líderes sin consultar directamente a los empleados. Como consecuencia, el mapa refleja supuestos, no experiencias reales. Para evitarlo, podemos usar encuestas, entrevistas, focus groups o incluso feedback informal para recoger insights genuinos.

2. Hacerlo demasiado genérico

Su creamos un único mapa para toda la empresa, como si todos los empleados vivieran lo mismo, estaremos cayendo en un grave error. Y, se pierden matices importantes (por rol, generación, ubicación, etc.). Para solucionarlo, podemos crear diferentes mapas por segmentos clave (ej. nuevos ingresos, líderes, área técnica, etc.)

3. No vincularlo a acciones concretas

Si tratamos el mapa como un ejercicio estético o teórico, no se genera ningún cambio real en la experiencia del empleado. ¿Cómo ponemos solución a esto? Podremos usarlo como base para rediseñar procesos, mejorar herramientas, entrenar líderes, etc.

4. Olvidar los “momentos pequeños”

Otro error muy repetido es el hecho de enfocarse solo en los grandes hitos (contratación, promoción, salida), y pasar por alto interacciones diarias. De manera que se pierde la oportunidad de mejorar lo cotidiano, que es lo que más impacta.

La principal solución será mapear también los micro-momentos (ej. cómo se recibe el feedback, cómo se gestionan los horarios, cómo se comunican los cambios).